¿Por qué utilizar un aislante antibacteriano en nuestros hogares? Con la situación que nos ha tocado vivir en el 2020, vemos cada vez más la importancia de tener nuestra vivienda y lugares de trabajo protegidos de los gérmenes, lo mejor posible. Un buen aislante bacteriano puede evitarnos muchos problemas de salud.
Ventajas de la aplicación de un aislante antibacteriano
Existen una gran variedad de bacterias y no son todas perjudiciales, algunas son necesarias para nuestro organismo. Otras, en cambio, son las causantes de grandes infecciones. A veces creemos que por tener la vivienda muy limpia, no hay bacterias y eso no es así. Una de las intoxicaciones alimentarias que más se da en los hogares es la salmonelosis producida por la salmonella. Se encuentra en el intestino de los animales de sangre caliente como los humanos y las mascotas. O la Legionella presente en los aparatos de aire acondicionado. Pero hay muchas más y con diferentes niveles de gravedad. Pueden ir desde las que nos producen dolores estomacales, infecciones de garganta, oído …, hasta en ocasiones, mortales.
Las ventajas de su uso son:
_Evita e impide el crecimiento y la propagación de infecciones y bacterias en todas las superficies en las que se aplica.
_En personas con un sistema inmunológico débil, les ofrece un lugar libre de bacterias, protegiendo así su salud.
_Evita contagios. Por eso su uso en guarderías, residencias de ancianos y hospitales es cada vez más generalizado.
_ Al ser un aislante, posee todas sus propiedades como: aislante del frío y del calor, evita las condensaciones, ignífugo, impermeable y transpirable.
En RTS nos preocupamos por desarrollar productos que sean respetuosos con el medio ambiente y protejan nuestra salud. Si entras en nuestra web encontrarás la gama ZeramicExtrem que te ofrece todas las cualidades y ventajas de un aislante antibacteriano al estar en dispersión acuosa de partículas de iones de plata revestidas con dióxido de titanio.
Cuida de tu salud y de las de los tuyos. En RTS con muy poco proteges mucho.
